lunes, 11 de septiembre de 2023

Un banquito de madera

Mi hermano Rafael Iglesias Calvo, me regaló “un banquito de madera”.
Después de cada meditación he leído en orden secuencial, soy muy TOC, cada reflexión. Pellizcos que me hacían sonreír, acomodar, discernir y profundizar en el autoconocimiento. Epílogo bendecidor de mi momento, provocando agradecimiento e inspiración.
Acabado como el que finaliza unas vacaciones, con coraje y media sonrisa, decido que permanezca a mi lado, no le pongo un marco como la foto del verano, pero se queda al lado de mis lecturas recurrentes como el Evangelio del día. Y tras cada meditación, ya lo abro con libertad como un niño que abre un libro sin intención ni expectativas, dejando que él decida qué decirme.
El libro y yo, ahora somos amigos que se conocen, y se recuerdan momentos, se acompañan, se escuchan, se siguen sorprendiendo, y sobre todo se quieren.
Es tal la pasión que me ha hecho buscar y encontrar un banquito de madera plegable, y por tanto operativo, que me pone más cerquita del suelo allá donde estoy.

Emiliojo

No hay comentarios:

Publicar un comentario