viernes, 29 de septiembre de 2023

No quieres lentejas, pues toma, dos tazas...


Tía, hoy me he comido otros dos platos de lentejas, como veis laCharo antes de Standarte fue cocinera en “Selesianos”. El caso es que la olla o acababa “cormigo” o yo con la olla, sin premio, aunque pareciera que haya ido a concursar a crónicas carnívoras.
El caso es que hoy tenia cita con mi nutricionista, y los 10 días de vacas en Conil los llevo en mi talega, he engordado dos centímetros, de cintuuuuraaaa, en tara un kilo 200 gramos. Mi hermano Esteban sigue igual a ratos, sin novedad.
Hoy, sí que había pilates con pre/post caminata, y allí estuvo el tío jugándose el campeonato del mundo de pilates de mi bloque por no decir la vida, más entregado que un novio.
Y a la vuelta, tengo que confesar que hacía frescoño, viento el sur que le llaman, y me he tenido que poner la mochila al revés, quiero decir por delante por que si no se caerían las cosas al suelo. Y entre la mochila en el pechito y la grasa taleguera, he pasado el tirón a ritmo cofrade de plan de agua…
Bueno, y hoy como no, también me he cruzado con monerías, una gachi con media gabardina granate, abrochada hasta la colcha más fea que Barbate ella y la prenda, una falda de tablillas de tergal, medias y unas zapatos de cojita de charol. No la he parado y le he dado un abrazo diciéndole que la quería, que no iba kitsch sino vintage, y que me tenía pa casi todo, porque no es inclusivo.
Totá que pal martes, pa darle glamour y estilismo al paseo, en vez de la “partedarriba” del chándal quechua, “le via pedí a mi mamá, una toquilla emprestá” y dejármela caer sobre los hombros y pasear mis rumores por la orilla de vuelta pa mi templo.
Poyasta.

Emiliojo

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