Esta tarde, en la sobremesa de alguno, de vuelta del men at work entorno a las 15:30. Yo en mi coche, y mi coche en el semáforo de la entrada de Cádiz (zona pabellón municipal), cruzando el semáforo una pareja joven al lado mía, no ellos si no comparados cormigo, vestidos de playa, que he visto chirigotas, para ellos murgas, provinciales con mejor tipo.
No llevaban carrito con pulpitos, que en principio hace menos daño, dos sillas como pa dormir to el rato que estén, las toallas color chillón pero ya chichimoni fruto de los avatares y de su vida piscinera municipal, pero colgadas del cuello de lor dos. Un churro pa cada uno (síntoma que eran veraneantes tardíos), una colchoneta plasticoide él, ella un juego de palas, él camiseta de tirantes de las que te faltas el respeto a ti mismo, ella un sombrero de cowboy como sacado de una maleta de deportes de un erasmus, él neverita de latas de propaganda no sé si era de Danup o de sevenup. Ella un eskijama, tirante y pantalón corto, pa ir fresquita como de felpita color chichimoni como las toallas jarta lavaos, con el culo cagao desfavorecedor y baja libido en cero coma.
No me bajé del coche pa abrazarlos y decirles te quiero picha mía, porque se puso en ámbar y porque no quisiera que me relacionen, con ellos digo, aparte que no los quiero como amigos.
Eso si no me privé de bajar la ventanilla y al pasar por su espalda, increparles desde el cariño con la voz del que vende boquerones con un ¡aaaaai!.
Lo que viene siendo completamente pa echarlos, ¿dónde andarán...?
Emiliojo
