viernes, 29 de septiembre de 2023

Todo respira del mismo verbo.

Todo transcurre en el mismo sitio, todo respira del mismo verbo, todo existe en el mismo tiempo. Todo fluye del mismo corazón.
No hay más que el querer; en la amistad, en el amor, en la vida, en cualquier qué, cómo, dónde, cuándo y quién.
Amor incondicional, respeto, no juzgar, empatía exponencial, ser y estar, es sencillo solo acompañar.
Y cuando te llegue el momento de volver a casa, a la mano tendida de Dios, a la mesa de Jesús, a la casa de María, que tu legado único sea; él me quería…
Amen y Amén.

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