De saber disfrutar de una botella más, de postrear cerveza y de comer sin-vergüenza. De querer desnudo, de risa honesta, de cara limpia y recién “lavá”
Comerte la cara sin hambre de sexo, pero dentro de ti, que es mi y mucho de eso. De hijos o no, pero de mujer en el vivir. De mirada canalla pero por mi, de luz en la mirada y de melancolía por su desnudez sin sostén de lencería.
Revolución genética que ni con epigenética, inigualable en el saber inteligente, en la perspicacia y verlas venir, matriarca del dios mundano, y madre del divino hecho humano.
Desnuda con ropa, vestida de vida y de risa, de sexo andante, de son en el andar, de mano apretá y de beso verdad.
Miradas de frente, de reojo o irreverente, de mirada sin juicio, de deseo lascivo, de querer de hijo, de sentir sin ropa o de desnudez emocionante con corazón de diosa, y labios de vino.
Reina, diosa, princesa, apañá, lista y un poco celosa, de mordidita, de vente pa cá, de no ir o de peligrosa, mirada de ilusión como si fuera una mocosa.
Madurez canalla, carcajada valiente, mirada traviesa, sexual omnisciente, gravedad físicamente, saberlo llevar con música y mucho son.
Sabiendo lo que arrastra y por ende lo que vale, labios rotos que besar, pechos donde anidar, una acompañante en el brindar por la vida y por lo que pudiera llegar.
Emiliojo