sábado, 4 de mayo de 2024

La orilla del mar

La orilla del mar, lo recoge todo, lo bueno y lo malo, los naufragios y los amaneceres, tus dones y miserias, y lo que para Dios eres.

Emiliojo

Para Elena

Elena te quiero y te me vas. Te cuido y te me descuidas. Es una situación muy de nosotros en tiempo y forma, en amor y cariño con demora, y no de moda. Un querer con fondo, y un código muy de tú y yo.
Respeto y dolor, cabezonería, celos del mundo y corazón. Siendo estando en lo importante, y discutir en lo banal y lo que más da.
Cuando llega el momento miro y estás a mi izquierda, cuando a ti te llega, no parto pera y por vos mato y me entrego sin espera.
Y con eso me quedo, y por eso te quiero, somos supervivientes de vida, que agudizamos en lo bueno y lo malo, pero que siempre estamos.
Hoy te escuché, y comprendí que lo cercano también hay que cuidarlo, y que no debo darlo por hecho y por seguro darlo. Y por eso te ruego que me sigas queriendo y por tanto, dando.
Y para que rece y no pienses que no te siento, y no te enceles de mí yo para lo que no eres vos, que es el resto del mundo, te escribo esta declaración de amor y querer, como y hasta lo que somos, un tu y yo sin más y con razón que solo entendemos los dos.

Emiliojo

Todo es pasajero

Todo es pasajero, desde lo pequeño a lo grande, desde lo importante a lo prescindible, desde lo bueno a lo malo, desde el desarraigo al apego.
Un momento, una persona, un hábito, un querer, una situación de vida, una racha (la que yo te daba), un vicio, un me gusta, un lo odio, un no puedo vivir sin ti, un no sé que voy a hacer, un que bien que estoy, un gracias a la vida, un por qué yo, y así hasta los sueños, presentes, intenciones y pasados, las aversiones y por supuesto mis preocupaciones.
Todo es pasajero, nada es eterno ni que mil años dure. Todo tiene fecha de caducidad, hasta tú y yo. Y la vida nos permite vivir todo con libertad, la del que no sabe hasta cuándo, cuánto, cómo, quién, qué y que más me queda por pasar.
Pasajero, el evento, el querer, la situación y hasta yo. Pasajero en un camino de vida y muerte, que decido con quién y cómo, a lo sumo soñar con intención, y abrir los ojos para aprender, procurando reaccionar poquito y permitirte procesar y responder muchito.
Pasajero en tránsito, ese soy yo, impermanente, limitado y finito, y a veces engordando ego o abdomen, pero a dieta de humildad y gula egocéntrica, para ser menos pesado conmigo y con quién comparta estar al lado.
Caminar, observar, no juzgar, aceptar, autorregularme, autoconocimiento, y autocuidado; primero yo, para poder dar mi inspiración a los demás.

Emiliojo

Me reconozco

Me reconozco desde el autoconocimiento, y me acepto desde mi vulnerabilidad consciente. Me hace libre y sentir valiente. Me acoge, me cuida, me abraza, me empapa de bondad y compasión, y me protege del ego y de mi humanidad descarnada.

Emiliojo