miércoles, 13 de septiembre de 2023

Simoncello

Me encanta la cara de Simoncello en su primer día de colegio.
Se muestra, te muestra, feliz, entero de contento, agradecido de contexto, sincero sin miedo, entregado sin remedio.
Alegría por lo que acontece, como diciendo ¡cómo me apetece!
Hay días que cuando te ve, te pone la misma cara la del que sabe que vive lo que espera, la del que a nada teme por que su apego es seguro de veras.
Alegre y feliz, como una lombriz, mirada fija, sonrisa con fondo de risa, sin prisa por que lo que está por llegar se derrita. Dándolo todo por hecho como seguro y disfrutado, haciéndolo real. Siempre conectado en 5G, plenitud, amor y cuántica su energía.
Como cuando me dices, con voz de muñeco, !Mimi, me llevas en cabeza! !Mimi vamos a jugá al coche de mimi está muy sucio! ¡Mimi vamos a jugá al popopo popopo!
Un niño feliz de manual, igual que cuando se enfada, su labio superior se hace grande y se vuelve pato, y te lo enseña en una masterclass de lenguaje no verbal, con el apoyo de brazos alas cruzadas como un Donald pato, pero que muy muy enfadado.
Ternura sin fin, inocencia vital, inteligente emocional aun sin autorregular, pero si se deja y los suyos queremos, llegará a ser lo que nos muestra su apego potencial.
Bolita, la vida te lo da, mas lo que traes programado, cuando leas esto sonreirás a mi lado, y si ya no estoy me evocarás con memoria bendecida por la vida, por esta foto tuya que escrita te regalo.
Y a todos diles, "No sé si era bueno, malo o regular, no me preguntéis, solo se que infinito me quería y que con el reía, corría y feliz me hacía".

Emiliojo

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