domingo, 24 de abril de 2022

Aforismo de vida

Dos años en toda una vida, es una nimiedad.
Dos años en una enfermedad, es toda una vida.

Emiliojo

jueves, 21 de abril de 2022

Hoy miro al cielo

Hoy miro al cielo, por una amiga que ya descansa en el Reino de Dios. Dignidad, entereza, ejemplo, fortaleza, ternura, resiliencia, familia, honestidad brutal, y mucha bondad...
Cantar, pensar, evocar, es también rezar.
Leyendo el evangelio del día 20 de abril, me trae la palabra según San Lucas (24,13-35) y su comentario.
La experiencia del Resucitado es racionalmente irracional. La intuición de que Dios se nos hace presente en una persona, una predicación, una lectura o una conversación. (Moreno 2021)
“Nos ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino”, intuición del corazón, emoción que diría yo, de escuchar o leer la palabra del Jesús divinamente humano.
Y muy en la línea de la reflexión del autor, que me encanta y la hago propia, me permite evocar el haber percibido y sentido a Jesús de Nazaret, en mi prójimo, en mi amiga Susana, ejemplo de mujer, persona, madre, amiga, bondad y respeto por la vida y su sentido.
Sin ser de su núcleo duro, nuestra amistad forjada desde la juventud por el nexo de unión entre ella su esposo Palén, y Charo y yo, por nuestros hermanos de vida común Kike y Charo. Y por las esquinas y caminos que sin esperarlo pero con todo el sentido divino de la providencia que nos prepara el Señor. Nos permitió en los últimos tiempos compartir un momento solidario con refugiados del estrecho y su bienestar en forma de ropa y abrigo para su vida y duro camino.
Y más si cabe, con la noticia del inicio incipiente de su destino vital no querido pero asumido, coincidente con la pandemia, y a posteriori con mi contagio covid sin vacuna con inmunodepresión, aislamiento radical en una habitación 30 días, noches de pánico, días de miedo, y sufrimientos por mi entorno. Apareciste tú con una sonrisa eterna, telefónica, palabras vitaminas de cariño, sanadoras, entereza sin decir pero ser, desnudando mis temores, agravio comparativo y realidad de vivencia y carga de mochilas, gravedad y curso. En el que aún hoy afectado y con necesidad de acompañamiento psicológico, solo con amor, respeto, naturalidad y don natural, me acogiste, despertaste, te hiciste presente, y tan mano cómo hija de Dios. Instrumento divino que me desduda de la existencia de Dios, y de la luz que Jesús nos mostró y dejó para que su Reino, no solo se viviera en el cielo donde sé que estás, sino también en la tierra, dónde nuestro prójimo se convierte en Nazarena de Esperanza y Amor.

Reza por nosotros, que yo sigo rezando por ti y tu familia.

Moreno, A. (2021). Evangelio Popular 2022. PPC, Editorial y Distribuidora, SA.

Emiliojo

lunes, 11 de abril de 2022

A mis hermanos. Lunes Santo.

 A mis hermanos:

Os deseo un lunes santo; santo de amor y esperanza, rebosante de familia, memoria, devoción, intimidad, verdad, compasión y alegría. Allá dónde os haya puesto vuestro corazón; hermano cirineo, penitente o Nazareno, penitencia, cuidador de hijos/sobrinos procesionando, devoto de silla o de esquina en tercera fila, o ausente consciente, os tengo en mi corazón, devoción, memoria y mi emoción. Beso.

Emi

sábado, 9 de abril de 2022

Quién me robó las vísperas.

 Quién me robó las vísperas, quien osó, quién se las llevó un mes de abril que tararea la canción. Alguien que nada tuvo que ver. Alguien que nunca estuvo, uno que ni era menor, ni seguidor, era un triste sin amor.

Se la llevó uno, con el permiso y la connivencia de los que no, los que no por razón, emoción y devoción, no tuvieron Fe, ni compasión. Millonarios de las ausencias de lo que sí y la abundancia de lo que no, fariseos de casapuerta, letrados de la indecencia, calentitos de la impostura, prevaricadores de religión sin costura. 

Lo inmensidad de la infancia, el amor y la esperanza, de papá y mamá, de tita y el hermano, la vida en una plaza de acera a acera, de ilusiones y de penas de escalas de grises que abundan en ella.

No lo necesito y no se si lo añoro, lo que si es cierto que me duele, no hay rencores, como no hubo pregones, no hay odios porque solo puede ver amores, y no hay desazón porque la esperanza es mi corazón.

Mis vísperas divinas, con sabor a lunes con preámbulo y epílogo, con sueños de vida, de historia y de no futuro, de devociones pisoteadas, de alegrías y emociones, de semanas tantas, por un niño contadas.

Mi amargura que es esperanza en mi marcha sonora, mi papá siempre es memoria, y llegando el momento de alegría sin vísperas por no esperada y querida, se hace ausencia consentida y sentida. No por vidente, pero si por evidente en la cura del yo me protegeré.

Pregonaré mi ausencia queriéndote aún más, dándolo todo donde es, sin acento y con presente, con luz de evangelio, con ojos de esperanza, con alegría de amor descarnado, con memoria de tradición familiar, con miradas cómplices de ternura y comprensión mutua. 

Llamadas de mi hermano siempre un lunes del mismo instante, con cuatro de la tarde mirando al cielo sin paraíso, con respeto por mi corazón y mi vida, acogida del Emi chiquito, franciscano que ya no, manita de un cargador, hermano cirineo del amor, hijo de uno mismo, de un fundador de la emoción de ser sus pies, por ser hijo de una misma,  espalda de esperanza, y de ella hacia vida su estación.

La luna del lunes me devolverá la fe, y la luz del camino de Dios, al Jesús del Amor del evangelio en una mano y el prójimo próximo o no en la otra. Me traerá su mano en mi hombro, su alegría por lo vivido y sentido en mi ausencia por memoria de mi presencia.

Siempre en mi corazón, en un cajón hay un pregón que nunca se rezará, en un corazón hay un desamor, en una tristeza germina mi esperanza, en una franela de casapuerta duerme tu mirada, en mis miedos vive tu llamada.

No volverá, irremediable y mentira el de este agua no beberé, lo que fue no pudo ser de otra manera, "palo bueno pa lo malo", siempre me quedaré con esa mirada, con esa ilusión, con esa risa, con ese rincón, con esa intimidad pública, con esa víspera que no llega, con esa pena de media sonrisa porque ya pasó, por ese lunes que te enseña lo que fue y lo que será, pero no.

Que así sea... (así sin interrogación pero con acento).

Emiliojo