El sonido, solo el del mar, y alguna gaviota canalla ocupa. Paseos sin palabras y carreras sin medalla. Y yo en mi ventana.
Café solo doble, evangelio del día, sonidos urbanos de pandemia, y el canto de juliano ravanello.
El mar en mi horizonte, el faro y su caleta a la diestra en mi atalaya, y yo solo agradecimiento por la sencillez de lo que me bendice, y la verdad de lo que siento.
Esta nos es mi primera, años ha, pero sí es mi comunión diaria con Dios.
Emiliojo
No hay comentarios:
Publicar un comentario