Mi caballero norteño, mi apego, ay tus manos, tu paciencia, tus silencios, tu querer seco, tu amor incondicional. Hombre bueno, honesto y trabajador, montañés de mi esquina.
La muerte miente cuando dice que no estás.
Hoy hace 7 años que te curaste del Alzheimer, y te hicieron mensajero y ángel del Reino de Dios.
Disculpen, porque si no lloro y lo expreso, me inundo por dentro. La gente buena no se entierra se siembra…
Emiliojo
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