Lo que me tiene que gustar mío, me gusta sin miedo. Y lo que no me gusta lo acojo y procuro. Lo bueno y también me gusto por ello, es que ese comportamiento me aprende a desaprender, me permite autoconocimiento y me provoca autorregulación, siempre cuidando mi autoestima como fomento la tuya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario