Menos I.A. y Más I.E.
Emiliojo
Cada vez necesito menos para ser, y más para estar….
Emiliojo
Agotado, pero eres tú. Una situación de amor de hijo, responsabilidad crónica que suma y sigue.
Cíclica y encíclica de vida que te seca el alma y te empapa la calma, dices no puedo más, pero sabes que sí que puedes y más. Que te manden camiones y barcos de camiones, que tu resiliencia, perseverancia y paciencia perdida y recaída, soportan y pueden con tormentas perfectas, sequías, y dudas.
A lo crónico te suman otra variable la incertidumbre, para que le sumes ansiedad, estrés y desazón. Y con qué te regeneras y resurges como un ave fénix de casapuerta, con esperanza, memoria, flexibilidad psicológica e inteligencia emocional.
Y cuando ya estás sin pie y tragando agua, y empiezas a no poder respirar, te suman una variable más, la transversalidad, y añade dependencia, salud física y mental, precariedad para pagar lo que el sistema cabrón te hace soportar, todo lo que ya pagó papá y mamá con sus impuestos esperando toda una vida ver llegar.
Y es cuando miras la señora sola de la cama de al lado, a la auxiliar que te trae leche calentita de madrugada o una infusión por ser familiar y casi su compañero, al hijo del vecino de habitación que está más allí que yo. Un hombre que llora por una cama para su hija que vive en observación, una médico con cara sin espejo que te dice de esta también saldremos aún sin medios.
Humanidad compartida, que hace de la tierra el cielo con luna de compasión y lluvia de nubes de amor.
Tras visita del 061, cuatro horas esperando una ambulancia. Temperatutas en zona de espera de observación, indiferenciada con el resto del Zamacola, con más frío que el que apila las cajas de chocos, pescadilla, croquetas y panga de congelados aqualund.
Hospital petao, personal desbordado, ni una cama libre ni en observación, enfermos dispersos por plantas sin atender especialidad. Como siempre la familia haciendo de auxiliares celadores en prácticas de grado medio.
Me escapo para reclamar ley dependencia, revisión de grado/pía desde hace un año pendiente. Asuntos sociales municipales, atendido y despachado como el resto de usuarios por un vigilante de la adjudicataria con menos formación que información,y la funcionaria de la ventanilla más sola que vizcaíno en el nuevo carrancilla.
Tour por geriátricos de la ciudad de los cruceros, ni una plaza libre en Cádiz capital y bahía , ni pagando. Listas de espera descarnadas, y una ley de dependencia sin concierto.
Y todo esto con gobierno de los azules pop, municipales y autonómicos. Juanma el tranquilo, prometió el nuevo hospital para Cádiz y van 6 años largos esperando, y Bruno el buen chiquillo, gaseosa que pierde fuelle, en asuntos sociales y la limpieza del Cádiz veraniego delatan su necesaria reactivación.
Estáis en números rojos emocionales…
Emiliojo
Estar tirado en la hierba debajo de mi novia palmera, ver llegar a Pipo, mi ahijado amado, tirarse y abrazarme diciéndome te quiero Mimi.
Me hace feliz, y millonario de vida. Agradecido, bendecido e inspirado…
Emiliojo
Aprender a sonreír, lo tuve como propósito de años nuevos naturales y personales. No lo conseguí y a las pruebas me remito, que no son otras que mi insta y mi persona andando en interacción.
Eso sí mis elegidos naturales si la conocen, y no es una decisión es una emoción operante.
En este tiempo me reconozco que sí aprendí a sonreír, mi conducta así lo dice y el reflejo de mi espejo también.
Un matiz, aprendí a sonreír cuando me defraudan, no se cumplen mis expectativas, me faltan, me falto, sufro, dudo, echo de menos, me relaciono con emociones desagradables y desadaptativas.
Si va bien, no, pero si van mal dadas, sí. En lo mucho o en lo poco, en el espejo o en la ducha, a primera hora o en la última, cuando espero y no llega, viviendo atento o intensamente suelto, viviendo vivo o muerto, cuando suena en mi alma un vaya de la playa, cuando el estómago conectado con el corazón y el cerebro me pellizca con dolor y se hace vacío. Sin querer queriendo mi sonrisa florece subconsciente y parasimpática, para restablecer mi nivel arousal, y mi desazón, homeostática emocional, que la meditación y el mindful me enseñó a practicar. Aceptación, no juzgar, relacionarme con lo bueno y lo malo de dentro y de afuera, y mucha pero que mucha flexibilidad emocional. Eso sí, si me ves sin control, voy sin casco, y con coleta torera, verdad en la mirada de navaja vieja, y destemplado como se està en la entrega de la humanidad compartida que me hace igual a la tuya.
Emilojo
En el dentista por segunda vez consecutiva in this week.
Hoy toca que me hagan cozas, piezas 25 y 27. Y tengo más miedo que siete viejas montadas en un coche. Recen por mí. Me he puesto en los AirPods, Maneskin, para ganar en coraje que no cojones, pa no introducir micromachismos en el texto, y aquí estoy como si en lugar de dos endodoncias estuviera de parto gemelar…
Emiliojo
Una cosa, ¿los que vais en patín eléctrico, en el ascensor ya vais montados?
Ha salido un gachón desde su portal vestidito de ejecutivo moderno con una mochila golosa, ya subidito en su patín, incapaz de andar Joselito. Y ya cogía acerado, paso peatones, carretera, carril patín (que no bici), saltándose semáforos y la madre que lo parió. por que su transeuntismo es tipo pokemon, según toque eso es pero sin bajarse.
Supongo que futuras generaciones en su proceso de adaptación que no evolución, perderán las dos piernas y le saldrán dos polletes como un caballete.
Aju io…
Emiliojo
En la amanecida de esta mañana desde mi atalaya, el mar me decía cosas, anunciaba cambios, proponía neblina, mar brava y norteños vientos. La luz ya no es la misma, el color del mar ensaya otoño y el viento del sur recoge gaviotas como hacen los colegios con los pequeños.
No ha cambiado nada; pero te adivina lo que acontece, noches largas, frío, destemplanza, días cortos y recogimiento.
Machado ya lo evocaba en su recuerdo infantil;
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales…
Emiliojo
No sé dónde voy ni lo que pueda pasar, porque no depende de mí, pero sé dónde estoy y lo que me hace sentir.
Emiliojo
Una niña con aprox tres años, papá a un lado y mamá al otro.
Esperando en el dentista, sala de espera sin hilo musical, con lo que era el hilo musical para un dentista de toda la vida y sus pacientes impacientes.
Bueno a lo que iba, ella la chiquilla de tres años con una maquinita de videojuegos mangui, jugando volumen a tope con música torticera de tetris pirata, y tecleando como si fuera una olivetti siglo xx, y yo de escribiente haciendo la mili.
Bueno retomo de nuevo, un escándalo para todos que merecía si hubiera hilo musical la canción de Raphael. Pero papi y mami como están anestesiados, ya no lo oyen, y conversan entre ellos con la cría enmedio, como si estuvieran en el sofá de su cuarto estar, pero no, están en una sala de espera pal sacamuelas, y entre tanto yo paciente paciente esperando se le acabe la batería pordió o la llamen aunque yo pierda el turno y mi muela duela más que pasar hambre por dolor de muelas. Y mi apellido en este caso es testimonial, y no me da preferencia ni por la izquierda ni por la derecha.
Emiliojo
Cuando la tarde se desvanece y se hace horizonte, mi atalaya y mi paseo meditado se hace sol de poniente.
Mi niño Interior se pone el bañador de licra y busca con la mirada al hermano, suspira por lo que acontece y por que no acabe el verano.
Cuando la tarde evoca mi esencia, se hace patria y echa de menos al hermano…
Emiliojo
Hojaldrinofilia. Amante de las hojaldrinas, alguien que encuentra paz y felicidad mientras come hojaldrinas.
Emiliojo
Esta tarde estoy con la sonrisa fácil que no floja, gesto que en mí no es fácil, ni cualquier cosa.
Emiliojo
Ayer soñando me encontré con la muerte, venía a por mí como cualquier día, como a cualquier vida.
Era alta, con estilo, elegante diría, atractiva y enigmática, andrógina encantadora e inquietante.
Me crucé con ella, íbamos por la acera por el lado izquierda de la carretera. Era una acera estrecha y de casapuertas. Había coches en blanco y negro, y ella llevaba un perro delgado y alto.
Un galgo con una correa larga, y un abrigo beige largo. Su cara era inexpresiva y alargada, los ojos no decían y no tenían alma.
La miré cediéndole el paso, y fue en ese momento, se transfiguró de inmediato sin abrir boca me dijo que por mí venía. Se hizo aún más larga y negro su abrigo, y yo sin apartarme ni salir huyendo, la mire fijamente, con la valentía del torero invadido de miedo, le grité con la mano por delante, ¡NOOOO, apártate de mí, yo sigo mi camino y tú no sueñes con mi destino!
Y se desvaneció, y se marchó como apareció, de forma inesperada. Y yo más seguro aún, que lo que me queda es De Dios, de sus hijos y del reino de los cielos en la tierra, la que piso y que aún no me entierra.
Emiliojo
Ojú io, dije sin esperar respuesta.
¿El qué?, me dijo ella.
Eso mismo, respondí sabiendo que para ella era sí.
Emiliojo
Hoy me he dado el primer baño del año, perdón me he pegado. Y diréis que osado y que comando está hecho.
Pues sí tal como lo cuento. No uno dos, y eso sabiendo que todavía no hace tiempo de playa y que la mar está brava y aún norteña, po yo en el agua.
La gente mirando desde las terrazas y la muralla, y yo ahí en el agua. La gente aplaudía, y lloraba incluso alguna gritaba, y yo, en el agua. Que no es agua es mar brava. Entre cachalotes, icebergs, focas y leones marinos, y yo tentando a mi destino.
Vino la onda cadi a hacerme un reportaje y querían una entrevista, pero mi caché de superviviente superstar, no lo pueden superar.
Y ahora estoy aquí en la bella escondida con una manta de papel allbal, y me están dando pa reponerme tinto con blanca, cervezas y changüi de pollo en batido por una vía, y yo en la barra…
Emiliojo
Voy pa Cádiz en bus, a la gente le gusta rozarse coone. Hombres y/o mujeres frotan su espalda, y lo que no es la espalda, con la tuya como si fuera la gata de una venta.
De sudor, de caló, de temperatura corporal, de olores a colonia del real de Madrid, de sobacos con suspiros de sopa de cebolla, de alientos con enanos cagando, de mallas playeras con peste a boquerones a punto de tener que meterlo en adobo…
Hoy en Cádiz a las 20:30 horas, foto-grafía encamado a las 02:30am.
Emiliojo
Si me opinas, dices, corriges, reconvienes, obvias, silencias o contradices, elicitando mi respuesta.Siempre la tendrás, serás atendido o ida.
Emiliojo