Me he tenido que excusar o mentirle piadosamente, que mi ausencia fue o fuese por motivos de trabajo. Aunque los reales son mis males, y esperada pronta mejoría, que no le cuento porqué si no me llamaría 15 veces al día.
Sentenciando ella en un aforismo no bien traído y poco acertado en su aplicabilidad, “aich hijo, trabaja más que los reyes magos”.
Y yo con media sonrisa y callado, le doy mi beso de buenas noches y su tequiero, nana de amor eterno.
Pensando como pa dentro sin articular palabra, ¿no era quizá al revés? Es decir, que trabaja menos que los reyes magos, un día al año y es mentira.
Totá que aparte de sus líos y ternura, me tiene más controlado que un cangrejo en un cubo en la caleta que es plata quieta. Y ya no sé, si soy cangrejo o quizá coñeta…
Emiliojo
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