Tarifa no es mío no lo merezco, tan solo le pertenezco. Es mi casa, mi rincón del abrazo, mi esquinita chiquita, mi chica emoción adobada, mis ratitos con luna de madrugada. Mi yo ausente, mi solecito con ojitos entreabiertos, mi melli hermano, mi tierra sin verano, mi cielo esperando, mi chapuzón de Espíritu Santo. Mi noche canalla, mi saber beber hasta la cabeza perder, mi vuelta cantando, mi punto en la frente, mi libertad independiente.
La luz de mi vida, la canción que la Charo tarareare, los ratitos que yo rumiare, toda una vida de carnaval, cadismo, mar y océano, atlántico y mediterraneo. Flequillos despeinados, cabezas de levante, mentes de adelante, los 8 de tarifa, de la vida la lección, de la muerte la legión.
Un sin ti no soy nada, un donde no hay vino no hay amor, una ilusión por vivir, un descanso que no llega, un miedo a irme, una tristeza en el hasta luego, un coche lleno de ti, una casa de mi hermano, una azotea llena de estrellas y estrecho. Un requiem de hermanos, una terapia necesaria, una semana de luna santa, un finde que pesa como vida, un puente que es pasarela al cielo.
Y si me muero, allí búscadme...
(Universo Tarifa, Vanesa Martín)
Emiliojo
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