Buenas días, que diga buenos tardes.
Hoy, jueves 31 de marzo, que diga 30 de abril, 47 días de confinadigolaverdad.
No sé, respiro que no es poco. Mi día es un tobogán emocional, laboral, familiar, con tantas variables que por momentos me embarga, la meditación hace su trabajo pero es como querer cortar una hemorragia con palabras.
Dios nos protege y no somos capaces de ver y de comprender por qué y para qué, seguimos empeñados en nuestros planes y nuestras verdades mediatizadas por tanto ruido como miedos, vértices y fantasías. Decir nunca jamás, es una película de James Bond, y de las malas de la saga, volveremos como vuelve la mosca a la mierda, estamos programados y el temperamento marca mucho más que el carácter no por importancia si no por fijación en nuestra genética y nuestro inconsciente, o te haces consciente o eres un autómata en salsa.
Cierto que para sobrevivir, hacemos memoria selectiva, eso dulcifica nuestra carga mental, pero por otro lado somos el único animal que tropieza 70 veces 7 en la misma piedra, y ahí está como votamos y como nos obligamos a repetir nuestras miserias.
Todo es líquido, Bauman lleva medio siglo contándolo y los únicos que les hacen caso son los millenials que paradójicamente no lo han leído y no saben ni quién es. Por otro lado, estamos programadas con un traje virtual de teflón para lo positivo y de velcro para lo negativo, nuestro sistema límbico manda más de lo que debe y no deja trabajar al neocortex por lo que estamos secuestrados 7/24. Todo esto sin olvidar la de imbéciles, miserables, ineptos, egoístas, obtusos, malos y tontos pa siempre que hay por metro cuadrado, en Cádiz el mar hace de trastero, y ya han empezado a caerse al agua, porque es que no cabemos más. Pero pese a todo y ante todo, buenos días, comencemos como si nada hubiera pasado…
Salut
Emiliojo
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