miércoles, 11 de mayo de 2016

Más mieo al agua que una madre

Oyes, por mucho que llueva, aunque caiga la mundial, aunque llueva de frente, aunque no lleves paraguas, aún siendo tu chubasquero más chulo que efectivo, si tus zapatos no son botas sino esponjas, no olvides nunca que la dignidad, tú dignidad, vale más que, como se dice en Cádiz, una mojá der carajo. 
No corras, no metas la barbilla en el pecho, no te encorves, no cruces despavorida la calle, mantén la calma, esa espalda derecha, señorío torero y místico, mojado pero con glamour y elegancia, pasealo como un rey, mécelo como se mecen a las reinas, nada te turbe nada te espante como Santa Teresa.
Esto que te digo, te lo digo desde la tranquilidad y el valor moral de haberlo interiorizado previa autorreprimenda, después de haberme descubierto corriendo por la calle como una loca, porque al salir del café llovía un poquito.
Nunca más, lo juro por mis muertos, por mi madre, por mi wifi, y por supuesto a Dios pongo por testigo que este cuerpo no lo veré nunca mais, gambeteando...


Omepordió

Emiliojo

No hay comentarios:

Publicar un comentario