sábado, 3 de mayo de 2014

Monición de Entrada - Misa de Acción de Gracias 2014.

Paz y Bien.
No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Una luz tenue, una luz de capilla, una velita de lampadario con más cera que mecha, luz que ilumina una hermandad, una mano la ampara, la mano de un joven, miembro de un Grupo tan Joven como él. Ese joven le mira y le pide la sal, la sal terrena que de sabor, verdad y humanidad a esa mística necesitada de fraternidad.
La Hermandad espera paciente, la cofradía sufre impaciente, esa luz aguanta y persevera, ilumina la esencia de un amor con esperanza, representa el corazón limpio sin razones, sin egos, sin posiciones, sin rumores, imagen del trocito de alma encendida y devota que todos manteníamos oculta. Luz que sumada grano a grano ya ilumina un granero de Esperanza. Mesa de un convento Franciscano, coja de una de sus patas, que encuentra  la mano de Dios y de su madre para así poner pie en pared, manos a la obra y luz para el camino de los hechos.
Multiplicar los panes y los peces, multiplicar la fraternidad y el amor, callar el hambre, aplacar la boca, sentir en prójimo.
¿Y qué podemos hacer, nosotros? Quizás lo que podemos dar no es suficiente para tanta gente, pero la suma de cada pequeño gesto, cada palabra, cada sonrisa, cada donación, cada gesto de misericordia, cada mano tendida de perdón, cada mea culpa, cada guiño cómplice, incrementará la felicidad de nuestros hermanos y hará brillar el Amor.
Dejémonos vivir una experiencia de comunión, aún sabiendo que no estará exenta de tensiones e incluso de decepciones.
Señor, multiplica en nosotros los efectos de tu bondad.

Iniciamos la misa de acción de gracias con la alegría de saber que el Señor ha resucitado y habita en nuestras vidas.

Emiliojo

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