jueves, 8 de mayo de 2014

Un mojito de primperan

Si si, un mojito de Primperan es lo que me pide el cuerpo, cuando veo día a día los vomitivos anuncios de la tv, en cualquiera de sus canales anuncios con un único protagonista genérico, la banca.
La banca española, las dos con minúsculas, la rescatada a contrapelo por la ciudadanía, salvada de su mala gestión y quiebra técnica, de sus malos propósitos, de su mala praxis, de su especulación degenerada, de su prostitución bendecida por el sistema y sus gobiernos, rehenes de la financiación, donaciones y condonaciones de sus partidos políticos, matrices pringadas y bastante más que supuestamente corruptas, con bigotes aprendices de banqueros, barcenas galeristas de arte, pepiños funestos, shaves conjugando malamente el verbo delinquir, madalenas en migote y la madre que los parió.
Pues bien toca lavaíto de cara, todas las marcas de la banca española están en plena campaña de lavado de imagen, tan descarado como vomitivo. 
Bob Dylan en un vídeo tan transgresor como divertido de su juventud proponiendo la rebelión creativa, músicas con pellizco emocional, propuestas de emprendimiento amparándose en un si a la vida y al optimismo, mensajes como "tu eliges el nombre de tu negocio y nosotros solo queremos darte 15 mil millones para su financiación". O un joven promulgando su preparación, el poder de la juventud, de aprender, de no ser la generación perdida sino la encontrada, y la inmediata voz en respuesta a tan idílica reivindicación diciendo ser un banco para tus ideas y para darte tantas becas como te hagan falta, y una polla para el banco y otro para el actor.
De verdad que no puedo con ello, que asco por Dios, que impotencia y frustración de seguir siendo espectador, tragasables de circo de feria, y peón de fichas negras. 
Tocó rescatar a quien nos hundió y así pasó, continuamos esperando el incumplimiento del gobierno y de sus "mecenas", con minúscula, de obligar y establecer el escenario pertinente para que la banca cumpla con su función social y de servicio, y para mas inri y desfachatez desvergonzada ahora toca ver como se limpian el culo con todos nosotros. 
Esto, y perdón por lo soez y que este no sea ni de naranja ni de limón, solo tiene un grito tan terapéutico como necesario, TU PUTA MARE.
Pérate que todavía no me he quedado tranquilo, prrrrrrrrrr...
Poyasta

Emiliojo

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