No seas tolerante. Sé respetuoso.
La tolerancia -concepto light, débil, descafeinado, deshuesado, invertebrado y típico de esta sociedad sin médula- es uno de los caballos de Troya más peligrosos, por su hipocresía y su apariencia de filantropía, entre cuantos maneja el actual Discurso de Valores Dominantes.
Este nunca habla de respeto. No le conviene. Nos ha dado el cambiazo.
El respeto se basa en razones y es, por ello, profundo, eficaz, duradero. La tolerancia se dispensa a troche y moche, apriorísticamente de modo indiscriminado, y es, por ello, superficial, inútil, momentánea.
Quien tolera, desprecia; quien respeta, aprecia.
No te engañes, no tranquilices tu conciencia con falsos lenitivos, yérguete, plántate, resérvate el derecho de admisión, di lo que verdaderamente piensas y , si es preciso, ataca, pero estima a tu adversario y dale siempre agua al enemigo.
(extraido del libro "El sendero de la mano izquierda" de Fernando Sánchez Dragó. Pág 98.)
En la sección "Los libros de mi biblioteca" de este blog, margen inferior derecho, he incorporado una entrada con enlace a una valoración del libro referido.
Mi valoración: Disfruté muchisimo, no quería que se acabara, radical en algunos momentos, imposible en otros y siempre, siempre invitando a poner en duda los procesos que sigues en todas las disciplinas de tu vida, proponiendote un reajuste de paradigma. En los reyes del 2003, regalé por lo menos 8.
EmiliOjO
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