El poder de la ducha.

Una ducha de agua cuasi hirviendo, con música relajante, recién llegado de 50 minutos andando y una hora de pilates. Dejar que el agua caliente recorra tu cuerpo, rebosando y derramándose interesándose por todo mi cuerpo. Desde la coronilla hasta el dedo meñique de mis pies.
Las manos apoyadas en la pared y yo ahí, solo, atención plena, consciencia, aceptación, sintiendo y observando sin juzgar, sensaciones corporales, sonidos del agua caer, pensamientos, emociones y sentimientos. La vida, mi vida, mi salud y bienestar es eso, solo eso, ese momento, ese instante, presente…

Emiliojo