A tu hermano Pipo, Simoncello, se lo escribí en femenino antes de, y a tí como todo te viene tocando por heredero del primogénito, te lo hago después, y hablo del nacer.
De bebé irlandés pelirrojo como su pare y su tío Mimi para la familia alejada que diga allegada, pies pa que os quiero te convirtieron en Marlon Brando por guapo y atrevido.
Orejitas de soplillo a bocaitos cosidas, risa de pescailla sincera y canalla, caracolillos rubios de querubín travieso, hecho una bolita de coco con medio cuerpo lleno de tomate y los dedos de los pies hechos de macarrones.
"Está chúchio" con musiquita dulce, y buscona, "a que no me pillas de media lengua", juego heredado del príncipe del amor como también lo eres del concesionario de coches y juguetes de tu celebrado cuarto de "maiuo quiere ugá". Juguetes kilómetro 0; patrulla canina, lego, hoot wheels y monster trucks, motorismo de pasillo que te hacen disfrutar como un niño de los coches de Chari y papá.
Siendo del mismo sitio, adn, entorno y ambiente, que diferente te muestras al "vámonos que nos vamos a perder", y a la cercanía de quererte cerca le complementas con la independencia de saltos al vacío de una piscina oceánica. Quererte diferente, amor de tío, me encanta que te encante lo de tu "Mauio", besitos y pellizcos a compás de celitos de ida y vuelta.
"Mimi, en cabesa", lo supiste esperar con elegancia de 3 añitos respetando los galones de Pipo, tu manita agarrada a mi dedo índice, buscando un paseíto furtivo a los coches, esperando estén abiertos para hacer de conductor por un ratito, manita insistente en el asiento, vistiéndome de copiloto de rallie virtual con primer premio de estar contigo.
Rubio extranjero, ojos azules, oro azul de Charo y mío. Una lagartija apresurada, loco del pilla pilla, un pipo adictivo, y un bibi bálsamo de sofá. Una hermana anciana, un hermano que enamora al mundo, y tú una bolita de coco dulce y rayada que sabe encontrar su sitio.
Te presagio independiente, osado, activo y dinámico de culo inquieto. Defensor de tu hermano en el daño y dependiente de él en lo importante y la emoción.
Te quiero cómo a Pipo, que es infinito, por quien eres, pero sin duda porque eres.
Mimi
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