Que gane el Cádiz me da una alegría tal que sí la relativizo, no quiero relativizarla. Es antropológico, genético, antropoilógico, aun sin llegar a un sentimiento oceánico, duermo hasta mejor, libero dopamina, no es más que un disfrute sencillo y primario.
Guay, un rato sin trato, una evasión similar a una sesión de meditación, una de spinning, o comerte un bocadillo de caña de lomo con una cerveza bien fresquita en un escalón.
Emiliojo
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