martes, 5 de enero de 2016

Noche de magia . Reyes caseros.

Una oportunidad para decir te quiero, un ocasión para mirar a los ojos, una despedida sin adiós previsto, un aquí me tienes, un regalo con mensaje y voz de niño.
Encarnar a un mago, soñando contigo, sintiendo la magia del rey de la calle Cervantes. Volver a ser un niño, volver a sentir la pisada, el agua de un cubo para camellos, las tapas para reponer fuerza como reyes, la ilusión del besito de buenas noches.
Las gracias a Dios, a través de papá y mamá, el regalo de Dios, a través de papá y mamá. Una espiritualidad que educa, que comparte y que lo hace bonito, la epifanía del señor contada por y para niños. Familias enteras jugando con Dios. Amor y esperanza de vida.
Revivirlo año a año, sentirlo cerquita, no perder el hilo de la verdad, de lo auténtico, de mi única patria, mi infancia y el sentido de la vida con Jesús en medio.
Adorar al niño, queriendo a los tuyos, la magia es ciencia, el evangelio es biblia, autocompasión que abre las puertas a la compasión con el prójimo.
Reyes reales, pajes familia, ventanas abiertas, zapatos que esperan, caramelos que susurran, besitos dentro de globos. Dar es entrega, la felicidad está en el prójimo,
Da igual el que, no da igual el como, cuando, hoy,  y quien, porque te quiero. Dame la manita y cántame una nana, me duermo de miedo. Me siento feliz triste, la vida...
Emi

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