Contra la peste a sudor de costero a costero, o de balcón a balcón pa que no se me enfade ningún cofrade, hay diferentes perfiles y tratamientos.
Está el o la "esto es lo que hay" y si yo no me huelo será por argo, o espérate un poquito asquí al laito mío que ya verá como se pasa tonto, o te acostrumbras picha mia.
Esta mañana por la calle compañía dirección plaza de las flores, me llegaba un rumor con olor a coñeta macerada en cebolla avinagrada, que pese a que iba a buen paso, trabajando y pensando en lo que no iba haciendo, me despertó del mundotrabajo.com, y me dije, ole ole los buenos y al cielo con ella, quien es joselito y su cante por bulería corralera, hasta que ya espabilao sin quererlo, llegué a su rebufo o lo que es lo mismo su túnel de succión aerodinámico, motivándome entre risa y fatiga que hizo que consiguiera una velocidad punta en el final de la recta, proporcionándome una potencia tal como para salir de su estela y adelantarle a la entrada de la chicana de la freiduría de las flores. Animalito...
Sin en cambio, como diría el tío de ella, hay un espécimen que utiliza el camuflaje, que trata de mimetizarse entre el mundo de los vivos pero casi a coste cero. Es decir en vez de pregonar sus rumores por las calles de su Cádi, lo que hace es utilizar el desodorante a modo de ambientador, pero el arte y la optimización de medios lo lleva a utilizarlo "en vez de", en lugar de "después de" la ducha. Por lo que en las distancias cortas es un ecléctico olfativo que huele a cuarto baño sin ventana de piso de erasmus con ambientador de chino con aroma anticaca.
Llegado el verano, con calores de levantera fuerza tres, entramos en terreno hostil que si la peste fuera de colores, ¿que color le pondrías a esta gente y su que asco iris?; currante tras una noche de apretón tropical sin duchita mañanera; ciudadanos con la sudoración revenía de sofoco de autobús; bañistas del apretón de váter de chiringuito con techo de uralita, en la playa a las 3 la tarde recién entrando, y saliendo uno que sa dejao la vida el tiempo de limpiarse el culo con un kleenex escaso; espaldas mojadas de autopista Sevilla-Cádiz después de comer en el mes de agosto; paisanos con el culete sudaito una hora después de haber descomido sin el refresco y refriegue con jabón adecuado; pies con calcetines de una semana con poca higiene y caminatas de peregrino urbano; sobaco de secano jarto de pelos sin refrigeración bizonal; la temperatura corporal transferida a estado líquido de huevo y gurrina cocida en su propia calzoncillo con más de una puesta con distintas salidas de fluidos corporales menores y mayores con poco interés en la asepsia; o los celebres papos trasnochadores con aires de piera de la caleta tirando a boquerones, cocinados por leggins o chanditas talegueros de poliester antitraspiración.
por cierto
Emiliojo
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