miércoles, 2 de octubre de 2013

Reciclando que es pasado.

Kiyo que no, que no reciclo ni un papé má. Tengo la esquina de la cocina ocupada con un punto limpio doméstico hasta con un rumano sentao esperando a ver que tiro, una ocupación en toda regla, desproporcionada conforme a los metros cuadrados habitables de mi casa. Pagar entorno a 70 euros del recibo de agua y basura, añadido a que el recibo de la luz no es otra cosa que una subida encuebierta de impuestos, no me libera de mi responsabilidad como ciudadano pero de ahí a tener una planta de reciclado en mi kelly...
Una bolsa para el vidrio, otra para el papel y cartón, otra para el plástico y envases, otra para el orgánico, botellas de agua rellenas de aceite, otra para las pilas, otra para las medicinas caducadas, otra para los toner de la impresora, otra con ropa para madre coraje, ah se me olvidaba la bolsa con los tapones de las botellas para las causas solidarias,  y pensandome en comprar una destructora para que cualquier documento que vaya a tirar con datos confidenciales no me suponga una... aaaro que jí.
Total que me veo que cuando saco la basura, parece que es el día de reyes y voy a llevarle los regalos a la familia Ruiz Mateos.
Es decir, pago impuestos y recibos municipales, regionales, estatales y europeos como si viviera en Berlin,  y tengo los mismos servicios que una pedanía de marocco.
Coone que me voy a comprá un mono pa baja la basura, pero no un macaco, sino un uniforme de los que no se nota la mierda.
Pos nó

Emiliojo

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