Asco de ver salir a un futbolista, presunto defraudador de hacienda, usease tu, yo el otro y el de la moto; aclamado, jaleado, aplaudido y llevado en volandas en honor de multitudes.
Messi, citado en el juzgado para declarar por presunto fraude fiscal, y oh sorpresa, lo esperaban una multitud de población no alfabetizada, lo acogen y celebran como si acabara de marcar un hat trick en un partido de futbol. Lamentable.
Asco de la clase política, servidores públicos, con actitud de "usadores" públicos.
El ministro de economía, de guindos, se cree que la ciudadanía se ha caido de su apellido, y nos sorprenden con el nombramiento de beatriz de guindos, a partir de hoy la sobrinisima, como directora estrella de la Comisión de Mercados y Competencia. Mamones.
Asco de la casta política, después de ser ministro, diputado o senador, te espera, telefónica, la caixa, endesa o la ONU.
Bibiana Aido, impresentable ministra, ahijadísima desde entonces, exministra por gracia de Dios. Recaló por gracia del lobby público, en la ONU que no OJU, estrena en estos días nuevo cargo en ONU mujeres, trincando 6.400 € al mes, ni el sueldazo de la ONCE.
Asco de la televisión, especialmente de telecinco, salvame y la madre que los parió. Cuatro horas de programación cloaca. Gentuza, despedazándose por dinero, personajillos no contrastados proponiéndose como presuntos amantes del noviete de un friki que comió con la hija de una que empató con la prima de la amante de una folclórica defraudadora de hacienda en la época que estaba casada con el hermano de una cantante de chipiona. Un primperan doble sin hielo por favor.
Asco de ir por Cádiz, viendo politiquillos de tres al cuarto, doblando las esquinas con más soberbia que vergüenza, con el gesto del que tiene un palo metido por el culo, sintiéndose dioses del olimpo, siendo realmente servidores y lavapiés de la ciudadanía que los mantiene y pone donde no se merecen, sin aptitud ni actitud para ello. Incompetentes supinos.
Asco de los sindicatos, "defensores del trabajador" y defraudadores del Estado, quiero y no puedo, aprendices de politicos, con jerga propia, demagogos, subvencionados y comprados por el Gobierno de turno.
La UGT de Anda Lucía, cobraba a sus proveedores facturas falsas e infladas que endosaba a la Junta de Andalucía, ese dinero lo dedicaban a cenas al aire libre en la feria de abril y a banderitas y pancartas. Todo ello presunto claro está, como el jamón en Portugal.
Pa echarlos...
Emiliojo
Uno doble para mi, Emilio... Un abrazo.
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