martes, 10 de septiembre de 2013

Amistades conocidas

Amigos a montones, si por los cojones. De pequeño, la amistad es altruista, yo diría que católica y cristiana, repartes amistad sin esperar casi nada a cambio. Con los años, y no hablo de los cuarenta, sino que etapa a etapa, casi año a año de la infancia, pubertad, adolescencia, juventud, segunda juventud, tercera juventud, madurez y todavía no he llegado a lo siguiente, vas depurando, valorando y poniendo en valor, que es distinto por cierto, el significado y el sentido de la amistad.
De pequeño te faltan dedos entre las manos y los pies, de adolescente con las manos es suficiente, en la juventud procuras mantener las dos manos y en la madurez, con una mano con manopla es más que suficiente.
Si que es verdad que para gustos los colores, y que para opiniones la de cada uno, pero según mi experiencia en socialización, aquel que va pregonando amistades por doquier, nunca tuvo amigos, ni sabe lo que la amistad es.
La amistad es exigente, altruista, proactiva, dedicada, complementaria, divertida, apetecible y misericordiosa, matizada por el amor, la lealtad y el respeto. Todo esto es la teoría, o la foto del momento en la larga carrera de la vida, hasta que esta o la situación coyuntural o estructural, pone a cada uno en su sitio. Quiero decir, puedo tenerte por amigo, y al cabo del tiempo descubro que no has sido más que mi amig@ imaginari@, la conveniencia, la situación de vida, la afinidad provocada por determinadas variables comunes, o sencillamente la novedad hace que la relación persista por tiempo x, pero que finalmente queda matizada y en el sitio donde merece, y este en el mejor de los casos es en el de "conocidos" sin derecho a caña.
Hay amistades de las que llamo "comemocos" por lo intenso pero efimero de la relación. Esas parejas que de momento, empiezan a compartir hasta los mocos, y que no se intercambian de pareja por que está feo, y de momento se descubren y no vuelven a compartir ni una misa de difuntos.
Hay otras vampíricas, que exclavizan, eso sí unidireccionales, una remora enganchada a tu corazón.
Quien no tuvo un amig@ de los controladores, manipuladores, que deciden como, cuando, donde y que, y sino poná.
También los hay como mi hermano pero en amigo, "los amigos gato", los quieres y estas pendiente de ellos pero sabes que son gatos emocionales, que necesitan su espacio, su independencia, y que no debes mirarles directamente a los ojos por que se vuelven agresivos y se ponen a la defensiva, eso sí podrían dar la vida por tí, y en los famosos momentos claves suelen estar ahí.
Muy cerquita de estos, y casi más cerca del término conocido que el de amigo, están los empáticos, afines, compatibles en lo social, te puedes acordar de ellos y ellos de ti, pero normalmente no hay continuidad, pero el día que quedas, te los encuentras o coincides, parece que hay todo lo que no.
Después están, las de la paja, si la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio, disconformes, los "echa en cara", yo diría que son como una malanovia, posesiva e insegura, ven la vida aplicada a la relación según le interese o según sean capaces de perdonarse y engañarse a sí mismos, obligándote a que tu lo veas y vivas según disocian sus actitudes con sus pensamientos.
Eso sí, los hay leales, que por cierto es dintisto que fieles, esos que están ahí, que te complementan como un buen marido o una buena esposa, medias naranjas emocionales que te ayudan no solo a superar sino a ganar, crecer o decir no. Angeles que Dios pone en tu camino para que recuerdes que sin el prójimo jamás serás feliz, que la felicidad se encuentra en el prójimo, que tu soberbia debe renacer hacia la humildad, y que dando se es más feliz que recibiendo, y no hablo de opciones sexuales. Los tengo y los quiero tanto o más que a la familia y me encargo de decirles a diario, igual que se lo digo a Charo , lo que l@s quiero.

Poyasta

Emiliojo

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