Angustias, dolores, sueros, anestesias, oxigeno, drenajes, miedos, cuerpos agarrados a espíritus.
Dios y Alá nos unen y nos hacen hermanos, sólos ante ellos en la desnudez de la esencia y de la verdad absoluta.
Prójimo próximo, familiarmente desconocidos, realidades complementarias.
Dolor compartido y amor recibido.
Miraba lo mío, y te hice mía.
El universo se hace principio, y mamá y María se dan la mano.
Emiliojo
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