Acabo de ver una audencia en directo hoy sábado de S.S. Francisco I, y la primera impresión y la alegría con la que acogí en mi corazón y en mi espíritu lo que decía y como lo decía, se convierte en felicidad absoluta y en esperanza renovadora de Iglesia "vestida solamente de evangelio y sandalias".
Con toda la naturalidad, humildad, expresividad y carisma que le persigue, tras leer una reflexión corta y directa de lo que debe ser la Iglesia, ha explicado el por qué de su nombre Francisco I, haciendo ver dentro de la anécdota del cónclave en la conversación con otro cardenal, amigo y compañero de sitio, la explicación del porqué de este nombre "en el momento en el que la cosa se ponía peligrosa y mientras seguían las votaciones pensé en los pobres y me quedé pensando en la guerra", confirmando así su inspiración en Francisco de Asís, y nombrando al hermano de los pobres.
Al finalizar, para despedirse, "Sabiendo que mucho de ustedes no son creyentes, os doy la bendición en silencio, respetando la conciencia de cada uno de ustedes, pero sabiendo que son hijos de Dios"
Auguro que vienen tiempos de felicidad espiritual, los católicos y no católicos tendremos momentos de Dios y reconciliación con su creación.
Emiliojo
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