lunes, 26 de diciembre de 2016

La lealtad de un amigo

Los libros que lees son signo de tu identidad, apilarlos en estanterías,  guardarlos en cajas o secuestrarlos en el trastero, me resulta doloroso y desleal. Es como rechazar u olvidar a un amigo, pero sin el como, es olvidarte de quien eres o de donde vienes.
El espacio, el metro cuadrado de tu vida es quizás por lo que más pagas durante toda tu existencia, pero encontrar espacio para tus libros es como encontrar tiempo para tus amigos.
En  casa tengo libros apilados, en cajas de la memoria amnésica, secuestrados en el trastero, incluso olvidados como el camino a casa a un amigo al que ya no frecuento. Pero aún así procuro tener muchos de ellos frente a mis asientos de lectura, estudio, reposo o en lugares, no habituales para un libro, de mis actividades recurrentes diarias, solo para que me recuerden indistintamente de mi estado de ánimo o actitud; qué, quién, de dónde vengo y hacia dónde me dirigía.
Los libros y las fotos son mapas emocionales y cognitivos de tu existencia.

Emiliojo

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