martes, 23 de diciembre de 2014

A lo mejor...

A lo mejor, ese mal ratito indeseable y cabrón, tenía sentido en tu pozo emocional.
A lo mejor, ese no, era un sí.
A lo mejor, ese error no fue efecto sino causa de lo inesperadamente bueno.
A lo mejor, esa frustración abrió una ventana infinita.
A lo mejor, de esa pena brotaron alas.
A lo mejor, dejar de creer en los demás, te dejaron creer en ti.
A lo mejor, tocar fondo desarrolló resiliencia.
A lo mejor, la búsqueda obligada, era una misión.
A lo mejor, tu inseguridad reflexiono hasta la empatía.
A lo mejor, la duda enriquece.
A lo mejor, la debilidad con trabajo encontró la fortaleza.
A lo mejor, la mano de Dios estaba detrás de lo no querido.
A lo mejor, esa persona tenía que coger por esa calle y cruzártela.
A lo mejor, todo tiene sentido.
A lo mejor, ese efecto secundario es medicina.
A lo mejor, ese veneno es un antídoto antitú.
A lo mejor, lo has intentado menos veces de las que el maestro erró.
A lo mejor, la impotencia fue motor.
A lo mejor, la humillación fue madre de la humildad.
A lo mejor, perdonando, te perdonaste.
A lo mejor, no beber de ese agua te permite libar elixires.
A lo mejor, tu realidad se convirtió en deseo.
A lo mejor, el peso te hizo pedir ayuda.
A lo mejor, esa perdida te encontró.
A lo mejor, la penumbra le da valor a la luz.
A lo mejor, el compromiso responsable reportó causalidad.
A lo mejor, la casualidad era guión.
A lo mejor, el dolor fue semilla de la felicidad.
A lo mejor, eso es lo que hay.
A lo mejor, la ida tiene vuelta.
A lo mejor, lo que no mata engorda.
A lo mejor, sí, esa es tu vida.

Emiliojo




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