Esta mañana caminando por el centro de Chiclana, se cruzó conmigo un perro, iba solo, sin collar, sintiéndose más libre que hambriento, decidido, con cierta prisa, con la actitud del que sabe a donde va y por qué.
Yo iba en lo mío, pero al verlo me cambió el orden de las cosas, mira el colega, ahí va por la acera, por su derecha y por la mía, como un chiclanero y gaditano más, atendiendo sus asuntos y por supuesto al tráfico, le faltaba silbar.
Hace tiempo, no sé si por suerte o por desgracia, ya no me encuentro por Cádiz con ningún gaditano de cuatro patas paseando apuraillo, sin un duro en el bolsillo, una tarde como otra.
El ejemplo de lealtad y amistad de Canelo https://www.youtube.com/watch?v=hzomyqnb1QY, gaditano ilustre con hechura de perro en el buen sentido de la palabra, me emociona y me hace sentir orgulloso de mi tierra y de mis paisanos, pellizca mi alma y me muestra que el Reino de Dios empieza en nuestro corazón de can o de man, y que en lo sencillo y en lo cotidiano empieza su grandeza y su verbo.
Hay un dicho que dice "Se la persona que tu perro cree que eres", demostrando, más que la actitud del buen hombre, la libertad del saber querer sin esperar nada a cambio que muestra un perro por su amigo y compañero. Una vez escuché al genial humorista Chumy Chumez, "a los hombres los hizo Dios a su imagen y semejanza y a los perros a imagen y semejanza de un perro que el tenía...", frase ingeniosa con muchos vértices y sentidos, que me encanta y me pellizca como un cuento infantil canalla.
Mirar con ojos nuevos, fijarse en lo que nunca haces, liberarte del ruido de tu mente, te abre ventanas y puertas que te muestran la luz y te sacan de la oscuridad no elegida.
Guau
Emiliojo
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