La coherencia de Oscar

Que el oscar a la mejor película no tenga ni siquiera nominado a su director, cuanto menos genera descrédito al voto, votante y protocolo nominante.
Hecho que demuestra que en ningún sitio atan los perros con longanizas y que en todos lados cuecen habas, no obstante me admira, gustándome unas veces si y un ciento no, las formas y su escenificación.
Todos saben a lo que van, disfrute por el disfrute, respeto por el qué y el "paqué", que mejor manera de celebrar una fiesta que dé repercusión y haga más grande si cabe a la fábrica de los sueños y amparo del asfixiado que no es otra cosa que el cine, sustituto poco alfabetizado de la lectura, dicho sea de paso.
Glamour, gente guapa, espectáculo hollywoodiano, agradecimientos sobre la cosa, y hedonismo por los ojos. Saben que no es el sitio, y que el movimiento se demuestra andando, las reivindicaciones y el mojarse lo hacen, los que lo hacen en su día a día, y no aprovechan ni osarían a meter mierda en la mística y la ceremonia. Y el que quiere decir algo, lo dice no yendo, como hizo woody allen o mandando a una nativa india a recoger su oscar con un comunicado reivindicativo de su tribu, el grande es elegante hasta pa liarla, y Marlon Brando es la muestra y el botón de ese esmoquin.
Bardem, no tuvo cojones de alinearse en la corriente antiyankie en su discurso de años atrás al recoger su babeado oscar, momento clave que lo retrata, eso sí se viene a la primera fila de aquí, a la fiesta del seudocine subvencionado español, pais dónde no quiso que naciera su hijo y en el que de postre no tributa, a liarla con sus cachorritos, peñita y verdú, todos ellos millonarios comunistas, trincando con una mano, mangando del sistema y rémoras de la cultura, vestidos de marcas elitistas y reclamando justicia para los oprimidos que no tratan ni de lejos, con la otra.
Un chandita venezolano, de los que se pone chaves y sus seguidores les ponía yo, vestido taleguero que los ponga en su sitio intelectual, político y real.

Tesquiyá

EmilioJo