jueves, 22 de marzo de 2012

Me gustan las vísperas.

Una etapa entre la alameda y el mentidero.
No dejes, antes del Domingo de Ramos, dar un paseo vespertino por el centro de Cádiz, a poder ser a primera hora cuando la gente aún esta en la sobremesa. Contando que vienes por isabel la católica, dejando atrás la alameda, 1ª estación y parada, Plaza de San Francisco, siéntate a poder ser en uno de los bancos que dé el solecito, respira azahar y mira el azul, interioriza y una vez superado el éxtasis, caminito por sagasta. El mismo sol que te buscaba en la quietud de San Francisco, asoma por el campo del sur, anunciando poniente caletero, si se te cierran los ojitos, dejate llevar. No te entretengas y dobla a la derecha por la que más coraje te dé, siempre antes de ancha. Entra en San Antonio, por dónde salen las cofradías, calle suspiro, presidente rivadavia. Sin bajarte de la acera derecha, camina despacito, naranjos a tu izquierda pulverizando con ayuda del sol aromas de primavera sureña, palacio aramburu de referente,  abre el sentido del olfato que te guíe por veedor y el mentidero como meta volante.

Poyasta

Emiliojo

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