lunes, 30 de diciembre de 2019

Dicen del Año nuevo.

Dicen que se acaba, piensa y alguno espera que pase, que se vaya, que empiece de nuevo, que llegue uno más, una nueva oportunidad a la vida como si todo dependiera del almanaque.
Teniendo consciencia y\o espiritualidad el único cambio real y posible es el de tu conducta, discernimiento, actitud y decisión. 
Yo me apoyo y pongo en manos de Jesús y de Dios, lo busco en mi consciencia que no es otra cosa que el espíritu santo en mí. Yo me apoyo en mis errores, mis dudas, mis contradicciones, y mis defectos que no es otra cosa que mi humanidad. Yo me apoyo en mi compasión, mi perdón, mi paciencia y mi entrega, que no es otra cosa que el prójimo.
Va bien que saltemos ayudados por lo cultural y el contexto, somos animales sociales, somos celulares y por ello somos uno como seres universales, pero sobre todo somos temperamento (constitución cognitiva impresa en nuestro adn), y carácter (forjado por la educación, formación, desarrollo, familia y entorno\ ambiente). 
Ya no soy el de ayer y eso no me hace mejor, lo que me hace mejor es el conocimiento, el discernimiento y la oración. 
Somos un puchero que empezó mamá, con los condimentos que le dio la biología y el libre albedrío de la naturaleza de Dios. Somos un continuo de vida marcado por nuestro tiempo presente, activo y consciente. Somos pasión y pereza, mentalismo y espiritualidad, miedo y resiliencia, serenidad y locura, somos enfermedad y salud, entrega y egoismo, egocentrismo y empatía, alma y tierra, alexitimia y emoción, generatividad y disnergia, somos sociables y huraños, somos alegría y tristeza, somos música y silencio, somos presencia y ausencia, somos amor y odio, somos luz y sombra, pero sobre todo somos esperanza...

Salud

Emiliojo

No hay comentarios:

Publicar un comentario