Esta mañana bajé a tomar café. Y me crucé con una gachí con una cara de asco que quitaba el sentío, desagradablismo efervescente, cara limón, de las que te dan ganas de abrazarla y decirle dirme marme dirme.
Recomendación, es mucho más elegante y digno, llevar cara de Sieso, el asco no enamora, el siesismo tiene coña marinera, está cargado de ironía, inteligencia y doble sentido gaditano ruso.
Eso sí cuidadín con llevar cara de Sieso mona, porque entonces le has dado la vuelta al marcador y ya siendo lo mismo no es igual.
Emiliojo
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