martes, 31 de julio de 2018

migrantes sin E. Tarifa, madre de acogida.

Tarifa es punta de Europa, punta de lanza de la solidaridad y del humanismo natural. Sus gentes, el pueblo; Ramón, Shus, Juana, Jose, Salva, Trivi, Salvi, Manuela, el Campero, el Cateto, Ignacio, Juan Luis, la Ciega, Joaquín, Marga, Juanma, Antonio, Ana, Pepa, Taté... reciben y atienden a sus forasteros, vengan por y de dónde vengan, siempre como Dios manda, con amabilidad, hospitalidad, respeto y cariño (ojo están exentas las despedidas de solter@s...).
Cuando las patera era un sueño de verano, cuando el ticket, sin seguro de vida, de cruceros a nado de 14 kilómetros de mar no costaba 3.000 €. 
Cuando  mafiatravel aún era un autónomo, ya en Al Yazirat Tarif sabían cómo dejar una vela en la puerta de la casa de la caleta que sirviera de faro de corazones sin rumbo y con miedo, señalizando un oasis sin cama ni tienda, pero con bolsas con vestuario de a pie y un tentempié a modo de barrita energética que supliera los dátiles salados de mar helada.
Humildes pescadores que se reconvirtieron, que crecieron y se hicieron solventes y prósperos por gracia del viento, y que llevan desde que pasó por allí Táriq, marcado a fuego en su memoria emocional y en su adn, que la consciencia y el espíritu huelen a lo mismo, y que sin prójimo no hay Dios.
Todos vuestros políticos, si esos que son como las pastillitas de colores; azules, rojos, naranjas, verdes, morados y blancos, todos utilizan la migración de personas como arma electoral igual que hacen con el resto de necesidades de la ciudadanía, como con la eutanasia, la dependencia y la sanidad universal. Vosotros políticos, corsarios del reino, anciosos y ambiciosos del calentito, todos sois bomberos que finalmente no se pisan la manguera, y que encienden el ventilador de sus vergüenzas para culpar al de enfrente, políticos faltones incumplidores del arte de la política bien entendida cargada de principios y valores.
Todos vosotros sois y estáis malditos de sed de poder, disonantes cognitivos, de puertas giratorias, de hambruna de ambición, de humo sin fuego, de evangelios sin prójimo y de consciencias sin almas. 
Vosotros os atrevéis a mirar para otro lado y silbar durante años, a montar una noche en blanco con apertura nocturna por un solo día, a montar la operación aquarius como el que monta un festival musical de verano por un fin de semana, a arrojar las personas que llegan contra su miseria y contra vuestra miseria, sin respeto, sin plan de acogida, sin plan de contingencia, sin plan de vida y sin proyecto de futuro, que sin quererlo mañana cuando no haya allá donde van y no hay, tengan que hacer lo que yo haría, delinquir o pelear por un trozo de lo que es divino y terrenal, el sustento. 
Vosotros sois los que ponéis por delante de vuestra disonancia, a recibir a personas sin viento de cola, a semejantes vestidos de uniforme (protección civil, guardia civil, policía, cruz roja) y a la ciudadanía organizada (Caritas, asociaciones civiles y voluntariado)  haciendo como padre de familias y brazos de la consciencia de espejo de lo que ustedes ni os imagináis, ni seríais capaces en vuestra puta vida de hacer y concebir. A dar besos y abrazos, a tapar con mantas nuestras miserias proyectadas, a quitar o poner concertinas y cambiarlas por ciudadanos, enfrentados en algunos casos a si mismos y su verdad, sparrings de la penuria y del miedo al miedo.
La provincia de Cádiz, proyección de Tarifa, iguales en necesidad, desarraigo, paro, carácter y dones naturales, hace de ciudad dormitorio de sus hermanas Tarifa, Algeciras y Barbate, y en Cádiz, Chiclana, San Roque, se habilitan pabellones, casas y lo que pueden para acoger por un tiempo limitado a los hermanos del sur, los del sur del sur, los que huyen de la tragedia, los que llevan años recorriendo países hostiles para llegar al disney world del paro, mujeres que son violadas y tienen el niño en el camino, niños que se hacen y deshacen en hombres de bien y de mal, emisarios y elegidos de su familia como semillas de mostaza aún sin sembrar.

Entre tanto vosotros, políticos de foto de carnet, seguid en lo vuestro, seguid siendo sepulcros blanqueados podridos por dentro, seguid discutiendo si hay papeles para "todos y todas". En la noche del miedo y de las cinco de la mañana, no olvidéis que la aguja y su ojo, difícilmente dejarán pasar vuestro camello y los restos de vuestro naufragio como seres humanos...
Os maldigo.

Emiliojo

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