Bar Los Melli.
Qué alegría cuando me dijeron...
El bar de la güena gente, situado en la calle
Guzmán el Bueno 16, Tarifa (El Paraíso), Cádiz – España. Calidad extrema,
limpio como una patena, buen ambiente, Camarón presente, bromas y "age"
de Tarifa, flamenquito de fondo, coplitas de carnaval canalla si se tercia, y precios
en pesetas.
Local acogedor en piedra y madera, Ramón lo
rediseña cada año, entra y lo ves. Una barra bien aprovechá y dos mesas altas,
en la placita mesas de madera siempre llenas y con clientes esperando, no
trates de reservar y espabila que te quedas sin comer. La decoración con motivos
camperos de la zona, un botellero pa celebrar la vida, recuerdos de Tintín de cuando
vivía en Tarifa, fotos del Sagrado Camarón de Jesús, vitrina con todos los cds
de José Monge Cruz, fotos de deportistas, toreros y famosos con dedicatorias, y
por supuestísimo pellizcos del carnaval y la bufanda del Cádiz.
Pan macho; atún rojo de almadraba tarifeña; tostadas
de atún ahumado después del temporal de levante; patatas bravas sin darse
importancia; croquetas caseras de espinaca, de pimientos del piquillo, y de
sepia, lingotitos de la huerta y de los mares del sur; surtido de vinos pa
ponerle un piso, cerveza más que cuidada, queso en aceite, flamenquines pecadores,
ortiguillas en su punto, albóndigas de atún, pescaito frito de mercao y
conservas de la tierra. Y de postre, croquetas de chocolate con helado de
vainilla, todo honor y toda gloria.
En la barra el Capitán que los manda es Ramón
(un hombre más bueno que el pan, ciclistadicto y dicharachero), ah se me
olvidaba vende su bici tope gama; en la sala de máquinas manda Juani (la Jefa , cariñosa e inteligente),
cocina como los ángeles, benditas manos las de mi hermana; su ayudante Joaquín
el Tito (hoy en día marinero en tierra), combatió con Alatriste en Flandes; las
mesas las atiende el dueño de todo, JuanMa
(hijo de Ramón y Juani) con 21 años de personalidad definida, igual de
grande y guasón que su padre, pero más largo que él, cocinero que estudió hostelería
mirando las estrellas con el estrecho en calma.
Antes de irte no olvides dejar bote, tocarán
la campana marinera, te harán una fiesta y te invitarán a un vino dulce de la
zona pa que te vayas riéndote y millonario de alegría de vivir.
Siente tarifeño, respira locura, báñate en
playa chica, dile que la quieres, vuela sin cometa, ríete de ayer, celebra
mañana, dale un beso al que tienes al lado, cierra los ojitos con el solecito,
de tus pecados goza, y Ramón por cierto ponme otra...
La vuelta al marcador
(el doble sentido) lo inventó un tarifeño despeinao en la barra del Melli.
(Texto de Emilio
González de la Muela, ex-cliente y hoy familia de Cádiz)
Donde no hay vino, no
hay Amor. Juani Hernández, chef
tarifeña.
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