jueves, 24 de noviembre de 2016

Un minuto de cordura, un diminuto de silencio

Lo que no se hizo, lo que se hizo, quien falto, quien no faltó, si se fue sensible o si no, no justifica lo que se debe hacer y lo que no.
El criterio es personal y presente, y tu emoción y respeto por la vida y las personas es innegociable.
El silencio en nuestra cultura es una muestra de respeto y luto por la muerte y el dolor.
Lo que  se hizo o no por una persona no marca que hacer desde ese momento, siempre es tiempo de cambiar y poner en duda los procesos intelectuales, conductuales y grupales.
La postura de podemos es pueril y faltona, digna de un adolescente, carente de experiencia vital y necesitado de ser reconocido.

paecharlos

Emiliojo

No hay comentarios:

Publicar un comentario