lunes, 23 de agosto de 2010

Anecdotario Caletero de un Beduino Gaditano

Agosto, 12 y más de media de la mañana, las Charos (la Marmoleja y la Almagra) sencargaron la noche anterior en San Francisco, de vendernos a Kike, Kikito, a Melki y a mí, que la Caleta por la mañana es un paraiso, que en bajamar las barquitas se cuentan sus cositas, que ya no hay carajos de mar (porque se los llevan los chinos), Paco Alba con el 7 a la espalda, que los dos castillos son dos vigías de libertad, que el agua de la caleta es plata quieta y que esto es Cái y azquí hay que mamá . Esa cantinela casi retahila es periódica y toca escucharla tolos veranos. Yo que la caleta me gusta desde arriba, y que no mesepué olvidá la Halle Berry con er biquini naranjita y er puñá saliendo del agua de la Caleta en la peli de 007,me quedé con lo de comé en el bar del club caleta, pimientitos fritos, una de aliñá, tinto y casera por lo arto y los celebres peces fritos.
Totá que fuimo, que nos bañemo en la plata quieta, que darena libre nati y que deflipá poquito. Despué de una gran rajada, los niños propusimos irno a bañá al puente caná aprovechando que la marea estaba subiendo, y ahora viene lo grande, lo grande y lo importante, poniendono las chanclas pa cogé camino del castillo y la megafonía oficiá que suena, dindodin, dindondin, "SON LA UNA MENO CINCO", dindondin, dindondin. Quesí, quesí querchavá no se podía esperá a la una en punto, que el SON sería por las menos cinco, porque pala una ya le sobra el son y nostoy hablando de rumba ni de sarsa.
Nos tomemo un quintito de cerveza en el kioskito del titi del camino de entrada del castillo, vimo bailá aun pavo de aprox 50 taco, en bañadó con tenis y carcetine, con un radiocasette de ocho pilas de las grandes, entre funky, pop jackson y arte del genético, y par castillo. Antes de arrancar un José en bañadó por la derecha, subiendo de la playa a darle la güertejita al kioskito, pelo blanco media melena, moreno derque solo se coge en la caleta, dice Julio el Talibán que es por las piedras, bueno que pierdo el hilo, y un medallón de oro de un aguila con las alas abiertas como el escudo del SPQR del Ecce Homo y una cadena como la manguera de la plaza toro del puerto .
Justo antes del castillo a mano derecha hay una bajada trimilenaria que te deja en una calita que se forma en bajamar, con el puente caná a la derecha y la pocita que se forma justo debajo, pa deleite del caletismo juvenil que le gusta de tirarse pechazo a modo de rituá antropológico de último verano como adolescente.
Poquita gente pero inteligente, cuando sube la marea el mar forma un spa natural y entra por el canal de entrada del puente pa llená la Caleta, trayendo agua limpia, fría y alegría de vivir en Cádiz. Charo Almagra con agua por la rodilla pregonaba, "QUE FRÍA Y QUE BUENA", a lo que el chirigotero de las viejas, Manolín Gálvez, le contestó con anje y guasa de la que solo hay en Cadi, "SÍ, SÍ Y EN SU PUNTO DE SAL".
Nos dimos un baño que macordaré durante to el otoño-invierno por no decir tola vida porque forma parte como dije del rituá veraniego, salimos nadando por el canal por debajo del puente al mar que mira a Santa María del Mar y la Playa Victoria, nos tiramos de las piedras, chapuzones de mil duros la hora, agua bendita, pescaito sin pescá, dones divinos que demuestran la teoría gaditana de "adonde carajo voy yo a í, coone, si azquí lo tengo tó".
Nos secamos en el camino de güerta, un quintito de cerveza en la peña de Juanito Villar, justo en el arco de entrada de la carretera del castillo y pal chiringuito riendonos, felices, contentos, salaitos, "esmayaito" y dándole gracias a Dios por vivir en la suidad mas inteligente de occidente.
Poyasta.
EmilioJo

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