lunes, 14 de abril de 2025

Promesa de Esperanza

Hoy soy promesa. Sí, a ese acompañar al que llaman penitencia. ¿Hay algo más cristiano que prometer con Esperanza?, la Fe encarnizada del que aprendió a esperar con alegría, celebrando y cultivando las vísperas, y agradecer las ciertas.
Hoy voy detrás de Ella, Esperanza del Amor a la que hice una promesa por un hermano y mi madre, un rezar queriendo y un agradecer bendecido.
Hoy no voy solo, vienen todos, hoy soy uno de los nuestros que abrió la puerta e hizo propio al resto.
Papi, mi rey, se despertó en su universo bien temprano, y está preparado desde la amanecida esperando que Emi pase a recogerlo para ir hoy de su mano. Mi tía Ester, repasará en su cuarto de costura del reino de Dios, mi hábito franciscano por si le falta un detalle, que no tenga ni una arruga ni una falta. El hermano, mi gato emocional, hará una llamada, sin hora definida, diciéndome kiyo, que significa te quiero hermano. Charo, esperará trabajando pa dentro, la nuera más hija que el hijo del montañés. 
Y muchos de los nuestros que nos veremos o no, nos pensaremos, nos celebraremos y nos abrazaremos cada uno en su huerto como comunidad de Fe. Todos tienen nombre y los llevaré en mi corazón y mi caminar haciendo presente sus vidas en mi promesa.
Ocho años de ausencia, sin rencor y sin deuda solo amor y respeto por lo que sí y por lo que fue, solo la distancia que pedía el corazón y el alma, ocho años vestido franciscano de sandalias con cuatro años, soñando mi infancia y mi esencia.
Hoy espero y deseo ver a mis sobris, mi Pipo y mi Bolita, Mauro mi inspiración de lo que no tuve, y Simón el cirineo de mi cruz.
Y entre tanto, yo al lado tuyo, y tu ahí, sencilla al lado mía, tu y yo, y yo sin respiración...
Emi

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