Mi meditación acompaña como la misa del domingo hace a la palabra diaria. Mi sentimiento es blandito, como lo es mi corazón, pero mi conducta y autorregulación es esqueleto y cráneo, los envolví como cerebro que protege y deja que dentro todo fluya, funcione y respire flotando. Un poemario que con tinta de líquido cefalorraquídeo, es pura poesía que se sustenta en anatomía.
Emiliojo
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