La única manera de errar en la toma de decisiones es hacerla en clave negativa, esta reflexión no tiene que ver con el hecho resultante a causa de la misma. Es decir una decisión no es buena o mala en función de lo que resulte por la ley causa efecto, hay un dicho "a lo hecho, pecho" que define los posicionamientos y procura matizarnos en la coherencia. Toda decisión es un paso de madurez y el acto definitivo que nos separa de los animales, tener capacidad de decidir, entre un estimulo y la respuesta que le demos, es el único acto de libertad real del que dispone un tomador (antes persona o ser humano).
Con todo esto cerramos la reflexión, las decisiones tomadas siempre son acertadas, lo que las diferencia como positivas o negativas son por tanto la clave en la que nos basamos para tomarlas. La motivación para adoptar una u otra debe ser siempre positiva, es decir hago lo que hago porque creo que es productivo, beneficioso o me apetece, pero nunca en clave negativa, quiero decir por razonamientos negativos, sin productividad o beneficio directo o disfrute por si mismo o sobre el hecho en sí, "no me queda otra", "para que no salga otro", "es la menos mala", "más vale malo conocido...", por joder, te jodes.
EmilioJo
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