sábado, 4 de mayo de 2024

Todo es pasajero

Todo es pasajero, desde lo pequeño a lo grande, desde lo importante a lo prescindible, desde lo bueno a lo malo, desde el desarraigo al apego.
Un momento, una persona, un hábito, un querer, una situación de vida, una racha (la que yo te daba), un vicio, un me gusta, un lo odio, un no puedo vivir sin ti, un no sé que voy a hacer, un que bien que estoy, un gracias a la vida, un por qué yo, y así hasta los sueños, presentes, intenciones y pasados, las aversiones y por supuesto mis preocupaciones.
Todo es pasajero, nada es eterno ni que mil años dure. Todo tiene fecha de caducidad, hasta tú y yo. Y la vida nos permite vivir todo con libertad, la del que no sabe hasta cuándo, cuánto, cómo, quién, qué y que más me queda por pasar.
Pasajero, el evento, el querer, la situación y hasta yo. Pasajero en un camino de vida y muerte, que decido con quién y cómo, a lo sumo soñar con intención, y abrir los ojos para aprender, procurando reaccionar poquito y permitirte procesar y responder muchito.
Pasajero en tránsito, ese soy yo, impermanente, limitado y finito, y a veces engordando ego o abdomen, pero a dieta de humildad y gula egocéntrica, para ser menos pesado conmigo y con quién comparta estar al lado.
Caminar, observar, no juzgar, aceptar, autorregularme, autoconocimiento, y autocuidado; primero yo, para poder dar mi inspiración a los demás.

Emiliojo

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