Dios no me hizo padre, no me dio ese miedo. Lo pensé y no fue, hubo anhelo, no lo sé quizá sí o quizá no eso es lo único cierto, la duda de lo concreto de lo que vives en el presente momento.
No recibí la gracia biológica, ni de padre, ni en lo que acontece de abuelo. Me hizo hijo constante, hermano presente, regalo del destino ajeno, acompañante del rato de camino, palabra escrita, y mano tendida de vidas rendidas.
El sentido de la vida, es el que ahora comprendo, no me quería en lo concreto del pa dentro. Ahora sé que me quería despierto, curioso y siempre atento.
Me dio un Don, el de la empatía y la compasión con el que no. La mente del niño, que se hizo adolescente, y ahí se quedó, emocionalmente en intenso, creativo en el querer y de sentimientos, explorador.
Siempre la persona que me conoce, sabiendo Emi como sois vos, como que la Charo y tú, no te dio hijos Dios. Y siempre digo lo mismo porque me hizo peregrino de camino del corazón.
Me hizo instrumento, consciencia colectiva como lectiva, analgésico emocional, y tratamiento conductual, ejemplo de lo que no, y del sentimiento aprendedor. (escrito la madrugada pasada en la cama con insomnio de segunda hora)
Emiliojo